Hoy estrenamos nuestra sección de entrevistas con Lisa Kobayashi, traductora, prologuista (en Chidori Books) ensayista, articulista (en Cool Japan) y profesora de Japonés. Ella lleva en nuestro país desde 2008 y desde entonces no ha perdido el tiempo ya que se ha dedicado en cuerpo y alma a divulgar la cultura japonesa en España de todas las formas posibles. Desde El peso del aire queremos agradecer a Lisa Kobayashi su tiempo para contestar a nuestras preguntas y sobre todo el tiempo que dedica a divulgar su país en el nuestro. Sin más preámbulos os dejamos con la entrevista.
El peso del aire: Por lo que sabemos de ti de forma pública, hay dos Lisa Kobayashi, la dedicada al idioma (profesora de japonés y traductora) y la dedicada a la divulgación de la cultura japonesa. ¿Nos podrías contar un poco el por qué y cómo llegaste a cada una de estas profesiones?
El peso del aire: Por lo que sabemos de ti de forma pública, hay dos Lisa Kobayashi, la dedicada al idioma (profesora de japonés y traductora) y la dedicada a la divulgación de la cultura japonesa. ¿Nos podrías contar un poco el por qué y cómo llegaste a cada una de estas profesiones?
Lisa Kobayashi: Soy licenciada en la lengua extrajera, quise ser azafata
pero me resigné y dejé de perseguir mi sueño porque tuve una mala experiencia
en mi primer vuelo internacional y debía pensar en mi futuro. Puesto que saqué
la licencia de enseñanza durante la carrera y me gustaban los idiomas, decidí
dedicarme a enseñar el mío propio, el japonés.
Cierto día el viento cambió de dirección: mi alumno de
japonés Héctor Tortajada Bernal, que se dedica a la traducción e
interpretación, me llamó diciendo que tenia la oportunidad de traducir un
clásico moderno de la literatura japonesa y quería que yo le echara un vistazo,
motivo por el cual quedamos. Nada más leer el relato, reconocí la obra y su autor.
De hecho me gustaba y lo había leído varias veces. Fue «El limón» de Kajii
Motojirō. Supe que incluso hay japoneses nativos que les cuesta leer este libro
debido al uso del vocabulario complicado de otra época, además del estilo
particular del autor, más todavía para un extranjero, aunque tenga buen nivel
del japonés. De alguna manera comencé a colaborar en la traducción de «El
limón» y a lo tonto me convertí en traductora.
E: ¿Por qué España?
L: Por amor. Tuve un novio español, más tarde se hizo mi marido.
Me gustaba vivir fuera de mi país y de hecho viví en Hong Kong justo antes de
llegar a España. Deseaba vivir en Europa desde pequeña, pero los países de mis
sueños fueron otros. No obstante, España me ha dado muchas oportunidades
interesantes, sobre todo en el campo del idioma, en el cual estoy en mi salsa.
Estoy agradecida a España y al idioma español, que tiene riqueza de vocabulario
y expresiones.
Siento que todo tiene un motivo o razón. En mi caso creo que
el destino me llevó a España para aprender la belleza de la vida, optimismo,
aceptarme a mí misma... Según dicen, los españoles son pasionales. No obstante
tengo pasión por lo que hago aunque no tengo tanta pasión por las fiestas como
vosotros.
E: ¿Nos podrías contar alguna anécdota de tu llegada a España
y el impacto cultural que esto supone?
L: Al principio de la vida en España sentí que querían
comprobar si la gente de Japón era disciplinada o respetuosa. No entendí el sentido de las
preguntas, pero más tarde pude entenderlo. Vivir fuera del país de origen me
condujo a pensar en Japón y a ver mi país con ojos diferentes.
Durante las fallas de Valencia (me afinqué en un pueblo
valenciano) hay un día de gran castillo llamado «La nit del foc», donde
empiezan a lanzar los primeros fuegos artificiales pasada medianoche, y sin
embargo las calles están llenas de gente, incluso hay ancianos y niños. Me
impactó. En Japón los mayores y los niños se acuestan muy pronto.
En España aprendí la palabra y el sentido de «ir sobre la
marcha». Dado que nosotros actuamos normalmente según planes organizados,
raramente improvisamos.
Respecto al idioma, en España no hay palabras prohibidas
para trasmitir al público, pero hay que ser políticamente correcto. Es curioso.
En la vida cotidiana cuando se trata de un atajo, no siempre
la distancia corta es un atajo para mí. Si te encuentras con conocidos
habladores, no puedes avanzar.
Tengo muchas cosas que contar pero concluyo este tema con el
siguiente recuerdo en cuanto a la sociedad: poco antes o durante la campaña
electoral, inauguraron estaciones nuevas o reformadas, las carreteras se
mejoraron, hicieron limpiezas que después de la votación no se repiten.
He tenido experiencias duras pero no las cuento aquí. Todas
las experiencias me han servido tanto para enriquecer mi vida como fortalecer
mi personalidad. En la vida de España ocurre lo que no puedo prever. No podía
ni soñar que trabajaría en distintos ámbitos activamente, pese a que todos mis
trabajos se asocian al idioma.
E: Como traductora trabajas activamente con Chidori Books,
tanto traduciendo como realizando introducciones. ¿Hay alguna otra editorial
con la que trabajes actualmente? ¿Veremos más trabajos tuyos en Chidori Books?
L: Ante todo, me gustaría que me permitieras agradecer a
Héctor, el cual me invitó al laberinto de la traducción, que a veces supera mi
nivel lingüístico, límites que luego tuve que superar, y a Margarita Adobes, la
editora de Chidori Books que ha confiado en mí desde que no tenía ninguna
experiencia anterior. Juntos, dimos una charla recientemente sobre la
traducción y publicación de libros en un instituto. Gracias a la experiencia
que he tenido, de vez en cuando recibo ofertas de traducción. Actualmente estoy
traduciendo una novela española al japonés. Espero poder presentar este libro
algún día, por mucho que cueste tiempo y requiera esfuerzo.
E: ¿Hay mucha diferencia entre traducir manga y traducir
literatura?
L: Nunca he traducido manga pero la diferencia es que en manga
los diálogos ocupan buena parte de la obra y suelen ser más coloquiales que en
la literatura. De modo que imagino que para traducir manga se necesita dominar
el argot y la lengua coloquial, vulgarismos, etc... Y viceversa, la literatura
a menudo requiere más vocabulario culto y mayor número de expresiones poéticas
que el manga, aunque como en todo hay excepciones. Existen variedades de genero
y en ambos casos la traducción es un trabajo interesante; si traduces literalmente
de X a Y, hay veces que ciertas expresiones de X no tienen ningún sentido en el
idioma Y. Se trata de adaptarse a la cultura donde ese idioma se usa, por eso
se llama traducción e interpretación.
E: Por trasfondo cultural, por bagaje o por simple
crecimiento con la cultura y el idioma ¿Crees que es más sencillo para alguien
japonés, traducir este idioma al español, y viceversa?
L: Para traducir un idioma se requiere tanto un buen nivel de
ambas lenguas como el conocimiento y la comprensión cultural. Si los tienes,
puedes hacer traducción. En realidad, si no eres bilingüe a la perfección,
traducir a tu idioma materno será más fácil.
E: La traducción es un arte infravalorado en el cual hay que
tener una habilidad especial ¿Qué opinas de la percepción del papel de los
traductores en España? ¿Y en Japón, qué consideración hay hacia los
traductores?
L: Japón es un país isleño. De algún modo es un país aislado
del mundo. Si vas a Tokio o a otras grandes ciudades encuentras a gente que
habla idioma extranjero, pero todavía no es muy común. Debido a su
idiosincrasia, es un pueblo respetuoso y se le da mal aprender la lengua
extrajera, se suele valorar a la gente que sabe utilizar un idioma extranjero
más que en España o Europa en general.
E: Actualmente colaboras con la web CoolJapan.es ¿Nos podrías
contar brevemente de qué va el proyecto?
L: Cool Japan es un concepto que el gobierno japonés creó para
promocionar la cultura japonesa en otros países. Es un medio para aumentar la
exportación y de salir de la depresión. El proyecto con el que colaboro es no
comparte exactamente esa finalidad, sino que trabajamos para abrir las puertas
de la cultura japonesa al mundo hispanohablante. Tenemos como lema «Todo lo que
mola de Japón», que me encanta pese a que la frase sea desenfadada porque
acierta con lo que queremos hacer. Japón no solo consiste en manga, anime o
algo excéntrico sino que hay más cosas que merece la pena difundir pero que no
han contado mucho hasta ahora. Somos un grupo de gente variopinta que tiene
relación con Japón de manera profesional. Cada uno tiene su campo fuerte y
cuenta sobre Japón a través de su filtro. Yo también estoy aprendiendo sobre mi
país leyendo las entradas de mis compañeros. Espero que los lectores conozcan
el Japón real mediante nuestras entradas en CoolJapan.es.
Durante la Semana Santa de este año 2015, el presidente del
proyecto, Juan Carlos Pérez Izquierdo, llamó a mi marido y nos explicó el
proyecto, y así comenzamos a colaborar. Me encanta escribir y es un gran honor
poder contar cosas sobre mi país.
Nota: Todas las fotografías son cortesía de la autora.
Os agradezco haberme elegido la primera persona en la nueva sección. La belleza de la vida es que hay gente que nos da buenas oportunidades y confían en nosotros. Muchas gracias al editor Alex y al equipo de El peso del aire. ¡Deseo que vuestro fantástico proyecto vaya bien!
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