Lapislàtzuli nos
sorprendió gratamente cuando anunció que se lanzaban a publicar una serie de
autores japoneses traducidos al catalán. En El peso del aire nos hemos decidido
(sin mucha duda) a leer las dos primeras publicaciones de esta editorial,
empezando por una ya conocida en España, Harakiri.
El cas de la familia Abe, que ya fue traducida por la editorial Satori en
un volumen que contiene otros dos relatos históricos más además del mencionado.
El volumen
presentado por Lapislàtzuli se compone de una introducción a la colección de
autores japoneses editada por Ko Tazawa, una biografía de Mori Ôgai y su obra,
una gráfica con la cronología literaria que contextualiza la obra, un mapa de
Japón de la era Edo y el relato que da nombre al libro. Son especialmente
útiles la cronología que contextualiza la obra, el mapa y la biografía del
autor, pues nos ayudan a situar un relato que, a falta de toda esta información
sería en cierta manera huérfano.
Harakiri. El cas de la familia Abe es un relato histórico donde el autor
utiliza sus dotes narrativas para exponer, contextualizar y tratar de explicar
un aspecto cultural tan complicado de comprender como es el suicidio ritual.
Uno puede empaparse de ensayos y libros de texto, pero a veces basta con una
breve pero concisa explicación de forma literaria para que terminemos de
comprender de qué trata. Como el propio editor comenta en la introducción,
todos relacionamos el suicidio ritual con los samuráis, e incluso con Yukio
Mishima, pero la profundidad conceptual del Harakiri es compleja y laberíntica.
Mori Ôgai trata de darnos de forma indirecta las claves para entender los
códigos culturales que nos adentren en el suicidio ritual.
En este relato
se narra la historia de Hosokawa, un señor feudal que en sus agonizantes
últimos momentos recibe la visita de sus samuráis más fieles los cuales le
piden permiso para suicidarse y morir junto a su señor. Uno de estos samuráis
no tiene permitido suicidarse ya que su señor tiene otros planes para él, pero
éste decide hacerlo igualmente sintiendo que si no se quita la vida la deshonra
caerá sobre su familia. Esta desobediencia desata ciertas consecuencias que
afectarán mucho más de lo que uno podría creer a todos los que rodeaban a Hosokawa.
Siempre he
dicho que Mori Ôgai es un autor complicado de leer. Sus textos son densos y la
lectura es muy lenta. Continuamente leemos nombres, lugares y hechos históricos
sin recibir explicación alguna. El autor da una enorme cantidad de detalles
sobre absolutamente todo y se llega a perder el ritmo narrativo de la historia,
provocando que el lector pierda el hilo del argumento. Creo que las obras de
Mori Ôgai son obras de un enorme valor histórico y literario, pero es posible
que no hayan envejecido bien, pues los lectores contemporáneos estamos
acostumbrados a textos mucho más fluidos y con otro lenguaje. Es una obra que
va a interesar a los más curiosos tanto de un Japón histórico, como de la historia
de la literatura japonesa. Al terminar el libro (y teniendo en cuenta que es la
segunda vez que leo este relato) noto que me han faltado notas aclaratorias al
final del libro para ayudarme en la comprensión del relato.
En El peso del
aire estamos muy entusiasmados con el proyecto que Lapislàtzuli y Ko Tazawa han
emprendido, pero creemos necesario resaltar aspectos que consideramos
mejorables de la edición para futuros libros. La edición misma del libro da la
sensación de estar poco cuidada, es cierto que la traducción es impecable, pero
otros detalles como la textura del papel o la tipografía, dificultan una
lectura que ya de por sí es densa. Además todas las imágenes de la edición
están borrosas (tanto la de Ko Tozawa como la de Mori Ôgai en las solapas) y la
cronología apenas se lee debido a lo pequeña de la letra con la que está
realizada. No nos importa repetirnos en esto, nos apasiona que nuevas
editoriales apoyen la literatura japonesa traduciendo los textos al catalán,
pero estamos seguros que mejorando estos aspectos mencionados las ediciones en
papel mejorarían muchísimo. Lapislàtzuli se lanza a la piscina con una
interesantísima nueva colección de literatura japonesa traducida al catalán,
editada por Ko Tozawa y traducida por Joaquim Pijoan y Tozawa. Os invitamos a
conocer uno de los aspectos más duros de la vida en la época Edo en Japón, el
suicidio ritual.
0 comentarios: