Hay libros que solo con tenerlos en las manos puedes notar el cariño y el esfuerzo depositado en la edición y en que ese texto salga al mercado. Satori mima sus productos al máximo y eso se nota cuando tenemos uno de los libros de su catálogo entre nuestras manos. Y no sólo hablo del texto narrativo, a menudo y con muy pocas excepciones, los libros tienen un prólogo y un epílogo, e incluso como en el caso de 47 Ronin un ensayo completo sobre la obra. Estos detalles hacen que estas obras sean imprescindibles para cualquier amante de la literatura japonesa y en definitiva, de la buena literatura. Personalmente soy de los que siempre leen los prólogos e introducciones, y el de esta edición bien merece la pena. El traductor Iván Díaz Sancho describe en tan solo unas pocas páginas el contexto histórico de Akutagawa, su estilo narrativo, sus influencias, parte de su personalidad y qué supusieron estas obras para la época y su legado hoy en día. Además, este prólogo termina con una fantástica anécdota personal donde el traductor nos cuenta que había quedado con la bisnieta de Akugatawa, de nombre Yu la cual le había enseñado unas primeras ediciones de unos textos del autor. Iván Díaz nos explica que Yu muestra estas ediciones como si de un tesoro se trataran, su bien más preciado. Lo curioso de la anécdota es que al día siguiente recibió el encargo por parte de Marián y Alfonso, los editores de Satori, para traducir los cuentos que podemos encontrar en este volumen. ¿Casualidad o destino?
Muchos
de estos cuentos de Akutagawa ya habían llegado a España en una edición de
Quaterni (El dragón, Rashomôn, y otros
cuentos) que traducía los cuentos del japonés que se presentaban en la
edición inglesa de Penguin Classics Rashomon
and other 17 stories editado por Jay Rubin, uno de los mayores expertos en
Akutagawa. ¿Qué podemos encontrar entonces en este volumen que no hubiera ya?
Satori publica una recopilación personal y única con cinco cuentos hasta ahora
inéditos en español, Un [運]
«El destino», Chūtō [偸盗] «Los ladrones», Gesaku Zanmai [戯作三昧] «Una vida consagrada a la literatura ligera», Karenoshō [枯野抄] «Extracto
de la tierra yerma», Shunkan [俊寛] «El bonzo Shunkan». Y cuenta con una nueva
traducción del japonés por parte de Iván Díaz Sancho. Además, por supuesto, de la exquisita edición
que otorga la editorial a sus ejemplares, y a la colección ‘Maestros de la
Literatura Japonesa’. Además, este año se cumple el centenario del relato «Rashomon»,
publicado en 1915. Satori ha publicado en la colección de Haikus En la ceniza escribo (2015) y en la
misma colección que Rashomon y otros
relatos históricos, la novela Vida de
un idiota y otras confesiones (2011).
Leer a
Akutagawa es leer textos exquisitos, cuidados al extremo y de una gran belleza
narrativa, pero que contextualizan un Japón del siglo XII oscuro y decadente,
una metáfora del Japón de la postguerra. Sus textos muestran de forma
humorística muchos de ellos, escenas brutales y situaciones donde se trata de
retratar la complejidad de la naturaleza humana. El volumen se abre con el
relato más popular del autor, «Rashomon»,
donde un hombre sobrevive robando a los cadáveres que se amontonan en el lugar
y en el que descubre a una vieja que roba los cabellos de los muertos para
sobrevivir. El desenlace del relato es impactante y perturbador y con el que
Akutagawa consigue retratar la mezquindad que hay oculta en todos nosotros
cuando se trata de pensar por uno mismo. El libro cierra con otro de sus
relatos más conocidos, «En la espesura
del bosque», donde se trata de buscar la verdad ante un crimen y donde el
mismo es relatado por diferentes testimonios que cuentan su versión del mismo.
Estos dos relatos sirvieron de inspiración directa para uno de los films más
conocidos de Akira Kurosawa, titulado Rashomon,
donde tres hombres hablan sobre el crímen ocurrido en «En la espesura del bosque» ante la puerta de «Rashomon». «La nariz» es un relato donde se explora las consecuencias del
anhelo del cambio que pueden llevar al deseo de volver al estado inicial, con
un tono humorístico y escenas realmente absurdas. Cuando estudiaba la carrera
de Historia del Arte a menudo te encuentras con anécdotas de artistas que han
realizado las más extrañas locuras para conseguir que sus obras tuvieran la
mayor fuerza posible. Es quizá por ello que «El biombo del infierno» me parece un relato tan redondo, y con una
carga poética impresionante. En él se relata la historia de un pintor que
destaca por su realismo. Éste recibe un encargo, pintar un biombo con imágenes
del infierno, y el pintor tratará de recrear escenas truculentas para darle más
realismo a su pintura. Otro de esos relatos con un desenlace escalofriante.
Pero es quizá sobre los relatos que hasta ahora estaban inéditos donde me he
encontrado con un Akutagawa desconocido y a la vez familiar. Su estilo, su
temática y su Japón oscuro y decadente siguen ahí, pero son relatos que no
había leído hasta ahora y leerlos por primera vez me recordó mi primera
incursión con el autor, un momento único e irrepetible. Me voy a abstener de
describir qué me han parecido estos relatos inéditos y no voy a contar nada de
su trama, pues creo que la magia de ellos está en entrar por primera vez en
estos cuentos. Como podréis imaginar por lo que os he contado sobre los relatos
anteriores, la temática de la antología gira alrededor de ese Japón oscuro que
Akutagawa se empeñó en retratar en sus obras. Ryûnosuke Akutagawa demuestra que
el humor requiere de mucha destreza narrativa y que requiere de gran
sensibilidad. Como nos cuenta el traductor en el prólogo, el estilo de
Akutagawa no encajaba en las corrientes imperantes del modernismo y aunque
estaría influenciado por muchos autores de estas corrientes como Mori Ôgai o Natsume
Sôseki, Akutagawa desarrollaría un estilo personal y propio. Este autor fue una
persona atormentada y con una vida repleta de altibajos. Gracias a esta edición
de Satori podemos conocer relatos que hasta ahora estaban inéditos y releer los
que ya conocíamos con una nueva traducción del japonés. Un imprescindible en
vuestras estanterías que contiene relatos que han inspirado a todo tipo de
artistas tanto del siglo XX como del siglo XXI.